TRAYECTORIA

Desde la niñez pude percibir que conforme crecía, dentro de mi guardaba algo especial, algo diferente, algo que no comprendería, sabía que observaría el mundo de una forma distinta y así conocería distintas formas de vida, distintas formas de pensamiento y distintas formas de sentir; pude percibir también que mis lágrimas se derramarían por un sentimiento fraternal, por un sentimiento de angustia y hasta un sentimiento de rabia con el que enjuagaría mi ser para iniciar de nuevo la lucha.  Encontré en este trayecto la cercanía y la lejanía, las risas contagiosas y las risas nerviosas, el dolor de perder y la satisfacción de ganar.  Pude entonces ver que el ser humano es una complejidad andante y esa complejidad sería percibida por la humanidad y sería también incomprendida y por mínima que fuera, cada ser humano sería único en su especie y siempre tendría sus similitudes, cualidades y defectos que hasta el mismo individuo que las posee, debe encontrarlas y pulirlas para desarrollarlas.