LOS DESEOS

Los deseos se acallaron, los días se complicaron y los deseos se durmieron, quizás fue mejor así, soñar no costaba nada hasta que me di cuenta que poco a poco lo superaría, dejaría de desearte, dejaría de solicitar tu presencia, tan sólo seguiría tras la sonrisa de la vida, tras el viento que alimenta mis pulmones, tan sólo seguiría viva con mis deseos, con mis emociones con todo lo especial que Dios creó en mi; claro que las añoranzas siempre estarían latentes, pero cada día sería como un paso a la superación de una posible adicción al momento, a la persona, a la sensibilidad, un paso que tendría que dar y poco a poco me curaría de la enfermedad que un día despertó un ser extraño que habitaba en mi ser y que posiblemente siempre esté allí, para enseñarme acerca de las cosas por las que siempre podré suspirar.