El Elemento Sorpresa

Corría por las calles oscuras, nadie venía detrás, nadie me perseguía, el peso era demasiado fuerte y la sensación demasiado confusa.  Sabía que si no avanzaba algo indescriptible sucedería y no iba a quedarme sentada a esperar que sucediera.  Ya había sentido antes esas sensaciones y si en algún momento me resistí a creer en ellas, hoy no permitiría que me tomaran por sorpresa.  Me escondí en un rincón, afinaba mi oído, intentaba mantener la calma, los pasos se escuchaban a lo lejos, mi presentimiento era cierto, no parecía que buscaran mi ubicación, más bien parecían tener la certeza de dónde me encontraba exactamente.  Debo decir que nunca fui buena con el juego del escondite, prefería jugar y cambiar de lugar a cada rato.  Perdía el juego porque era más angustiante saber que de una u otra forma te asustaría saberte descubierta a saber que podías manejar la situación descubriéndote.  No soporté la incertidumbre y salí de mi escondite, su mirada me envolvió y pude saber que entonces sí podría intentar ponerme a salvo, que el romper con su entrada sorpresa había cambiado el rumbo de la cosas, él no sabía lo que yo ocultaba y aunque yo no sabía lo que él ocultaba, la seguridad que tenía lo hacía vulnerable, yo sabía a quién me enfrentaba y estaba dispuesta a luchar sin dejarme vencer.

Comentarios

Entradas populares