NADA

Mi cuerpo se retorcía sin encontrar una respuesta a lo que necesitaba, estaba anclada en un dolor, en un pensamiento, en una idea errónea y nada podía sacarme de esa ilusión, quería absorber con mis actos, con mis palabras, con mis sentimientos todo cuanto sucedía y no podía conseguirlo.  Ni siquiera mi cuerpo y sus deseos escondidos consiguieron encontrar la respuesta del por qué… Del por qué de la única despedida, del por qué de la falta de consuelo.  Me reincorporé, tomé una pastilla la puse debajo de la lengua, tomé un sorbo de agua y esperé, luego de unos minutos el dolor se terminó, yo terminé con la locura que me embriagaba y cambié de piel, como una serpiente que se despoja de cada centímetro de piel desgastada, para mostrar una nueva, un nuevo colorido, un nuevo aroma, la piel anterior se quedó en el pasado.  No volverá jamás, porque nada será de nuevo, porque nada se repite dos veces…