DESPERTAR...

Mi cuerpo revoloteaba entre las sábanas desde la madrugada, no podía conciliar el sueño, no me molestaba tampoco, mis pensamientos divagaban, no podía quitarme esa canción de la cabeza, más no era molesto para mí, sentí que el sólo hecho de mantenerla viva en mi interior significaba algo importante; amanecía, los rayos del sol iluminaban los lunares de mi cuerpo, que uno a uno quedaban al descubierto mientras la luz se intensificaba en el horizonte, el amanecer ya había mostrado su bello rostro, le seguían el calor de la mañana, la claridad y frescura que el color azul celeste en el cielo ilustraba con entusiasmo.  Me levanté, dejé las sábanas a un lado y me puse de pie, salí del cuarto y en la regadera dejé que cada gota de agua me acariciara la piel, necesitaba tanto de esa caricia húmeda del agua, enjuagué mi cuerpo mientras mi mente se despejaba; regresé a la cueva donde siempre me refugio, donde las letras recorren mis tórridos pensamientos y donde desahogo mis más fuertes anhelos.  Sólo allí me desperté por completo, estiré los brazos respiré profundamente y dije… Gracias

Comentarios

Entradas populares