Solo... Viernes...

Sudando y  meditando cerré mis oídos a la música de estruendo, abrí mi corazón ante canciones de hermosos recuerdos, ante tristes recuerdos, ante sonrisas olvidadas, ante llantos reprimidos, sudando olvidé que era muy tarde ya, la música y los diversos momentos que vivía en sus melodías me hacían volar por mundos fantásticos del recuerdo,  volví a la realidad, al estruendo y al tiempo que tiene un final.  Era muy tarde cuando decidí que era viernes y debía volver, caminé hacia la ducha, el agua fue quitando ese sabor salado de mi piel mojada por el sudor, desvanecía las tensiones, limpiaba mi cuerpo recorría cada parte de mi piel, hasta esos lugares escondidos entre las sombras.  Un deseo de embriagarme inundó mi ser, más el tiempo y el momento no eran adecuados para hacerlo.  Me encaminé a mí  refugio, al silencio que me guarda mi pequeño lugar en medio del monte y la humedad del tiempo. Mis pensamientos volvieron a mi lado, se relajaron y buscaron sosiego en el tan afamado jardín de ensueños.

Comentarios

  1. Que buen tejido de sensaciones y recuerdo, siempre un gusto leer tus lineas.

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  2. Muchas gracias, ahora sí recibiste mi comentario verdad????

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