DESENCANTO

Escuché hasta la última palabra que pronunciaste aquella tarde con atención, me sentí perdida, sentí que perdía todo, sentí que con cada una de las lágrimas que derramaba se desgarraba mi corazón, sentía un profundo dolor y quería desaparecer. Tú en cambio, querías que fuera violenta, pero no pude serlo, querías que me transformara en majadera más no pude más que recurrir al silencio, me dijiste que te dijera algo y sólo pude decirte ¿qué caso tiene?  Permanecí de pie, intenté respirar, me vi al espejo, vi a la mujer más feliz transformándose en la mujer más infeliz de ese momento.  Pensé en que la vida me había hecho experimentar algo diferente en mi vida y en algún momento pensé en ¿por qué hasta ahora si de igual forma lo iba a perder?, me preguntó si estaría bien y dije sí, conforme intentaba aceptarlo las lágrimas no dejaban de salir, ya mi garganta estaba obstruida con el cúmulo de sentimientos y de llanto que intentaba evitar que escapara, por fin lo entendí, aunque no fue nada fácil, comprendí que no volvería a ser la de antes.  No volvería a ser la ingenua que fui y desconfiaría de cada palabra de amor que se pronunciase, me colocaría la hermosa armadura que un día me quité para experimentar el mundo y le armaría con más herramientas protectoras para que no tuviera que quitármela jamás

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