El llanto de las olas del mar...

Las olas del mar se mantienen calmas, en las noches sus olas son normales, van y vienen a su antojo, pero surgen momentos enigmáticos y cuestionables para el ser humano en que las aguas del mar entran en un repliegue, pasan por períodos de depresión, se sienten abandonadas, sienten que todo les cae encima, sienten cómo los desechos de distinta naturaleza les son abandonados a su suerte, como si ellas pudieran hacer algo con ello, muchas veces se sienten despreciadas por el simple hecho de ser saladas, por haberse llevado accidentalmente a un familiar, pero su naturaleza es imperante, no pueden evitarlo, las precauciones colocadas sobre la tierra no son lo suficientemente fuertes, para que los bañistas eviten entrar al mar en horas de peligro.  No toda la culpa es del mar y sus olas; sin embargo, caen sobre ellas todas las maldiciones e ignominias habidas y por haber… es así como las olas del mar entran en un estado catastrófico de dolor, retroceden, intentan aguantar el sentimiento, intentan evitar el llanto, intentan refrenar sus impulsos hasta que su llanto es impredecible, es imposible de soportar y se vienen así los tsunamis, cargados de llanto doloroso que crea un conjunto de lágrimas saladas brotando del mar, e irremediablemente, su llanto muchas veces puede ser fatal…