COLOSO...

La fantasía crece, cada momento en que la soledad me invade, puedo vivir desde el más tímido y silente instante, hasta transformarme en una leona hambrienta y sedienta del deseo, ¿qué hace entonces tan diferente la ausencia a la presencia?, el hecho de estar en la lejanía aleja las posibilidades de un encuentro apasionado, y la cercanía se vuelve en una lluvia incontrolable que hay que detener, que no se sosiega con la nostalgia y el recuerdo; está vivo en cada una de las vibraciones de mi piel y de mis sentidos.  De manera que por más lejos que intente sucumbir a la pasión y desenfreno, no concibe mi ser ahogar al coloso que llevo dentro.