Reencarnación...

Después de haber drogado y dormido al monstruo de las aguas para que según yo, nunca más fuera a despertar, se encarnó en la más grande de las fieras que yacía en el océano atravesada por el calor del sol.  Fue increíble como las lluvias constantes, el frío, la niebla y la soledad se confabularon con él y lo despertaron del sueño profundo en que se encontraba; sin sospechar, sin escuchar explicaciones, sin imaginar siquiera en las consecuencias de los estragos que podría causar, dieron rienda suelta a su plan maléfico de volverlo a la vida y a merced de él sucederían todas las estrategias, todas los artificios, todos juntos desencadenarían los torrentes inimaginables de euforia que jamás nadie habría podido imaginar

Comentarios

Entradas populares