Encarando al Monstruo...

Se abrían las puertas a la desolación, aclamaba el momento en que pudiera olvidar todo cuanto quería para ella y se adentrara en el mundo del libertinaje, sus deseos le jugaban una mala pasada, el monstruo se apoderaba de su voluntad, ya estaba decidida a dejarlo tomar las riendas de su destino, cuando su inconsciente se levantó como un Oso, gruñendo con una furia incontrolable que detuvo al monstruo haciéndolo arrastrarse e indiscutiblemente retractarse de la poderosa fuerza que emanaba en su voluntad.  Respiró, superó el momento y aprendió a controlar al monstruo que habitaba en sí, sabía que siempre intentaría llevarla por caminos que no deseaba, por caminos fortuitos y desconocidos, pero sabía que podía dominarlo, nuevamente ella decidiría si el monstruo quería jugar con su psiquis y no lo aceptaría, el gruñido del oso lo ahuyentó y le enseñó que ella busca algo más, no busca saciar solamente sus deseos, lo que ella desea es que quien despierte a ese monstruo que vive encadenado a ella, lo descubra y se sacie con él, se disfrute con él.  No sería una fácil tarea, pero ese guerrero tendría todos los poderes para lograrlo.  Tendría a todos los Dioses a su cargo, Dominaría todo cuanto pudiera ser dominado.  Tendría los ojos de águila, los nervios de acero y Noble será su corazón.