LA NOCHE... mi mundo...

Luego de escabullirme de las fauces del estrés, de la hambrienta rutina diaria, decidí que era un buen momento para tomar un respiro y relajarme, caminé un tramo no tan largo en las calles antiguas del lugar, entré a una pequeña cafetería en penumbra  donde opté por saborear un café, pocas personas estaban aún por el lugar, tomé aquella bebida tranquila, relajada, sin prisas, miré la hora, aún habían muchas cosas por hacer, quería desahogar mis tensiones, desahogar mis ansias, pero a pesar del café, éste no me saciaba por completo, necesitaba algo más, necesitaba beber algo de alcohol, celebrar que las cosas no marchaban tan mal y que podía adentrarme al fin de semana sin reclamos, sin solicitudes no concretadas; sin deudas de ningún tipo, pero yo sí necesitaba algo, necesitaba sacar esa energía que me molestaba, esa energía insaciable que me aturdía, necesitaba unos besos jamaiquinos muy difíciles de encontrar, no sé si era porque el hermoso atardecer había sido un tanto caluroso o porque mi fuego interior así me lo solicitaba; salí de aquella cafetería y en el camino encontré en la noche mi mundo, encontré la alegría de la música, la alegría de las luces, la gente entrando y saliendo de bares, no faltaba algún mal desenlace y una botella de cerveza que salía volando por la ventana, un par de hombres tambaleándose cantando alguna canción ranchera sólo para ahogar sus penas… y yo seguía ardiendo por dentro, no encontraba que nadie ofreciera el espectáculo que buscaba, a lo lejos pude percibir una figura peculiar, caminaba con las manos en los bolsillos acompañado de una figura poco más alta que su persona, señalaba una pantalla y sonreía, el amigo sonreía con él y daba una vuelta mostrando su porte y distraído sujetaba un papel que le habían entregado, yo me adentraba a la cuadra y el personaje con las manos en los bolsillos cruzamos las miradas, su sonrisa se volvía hacia mí y sonreía de nuevo, relajado, especial, era tan obvio que mi rostro se enrojeció y tuve que bajar la mirada un instante, al levantarla el ya estaba a menos de un metro de distancia y me dijo ¡Hola!, vi sus ojos llameantes y repetí el saludo instantáneamente, sonreímos y reímos efusivamente,  
“WE FORGOT ABOUT THE FLOWERShttp://www.youtube.com/watch?v=4WjosN1HaNA -pensé y reí de nuevo.



















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