MADRUGADA...
En la penumbra de la
madrugada tan fría como el pasado, en las montañas más irrelevantes como las
calles empedradas, en los cuerpos llameantes del delirio que se solicitan sin
hablar; así se funden las razones sin explicación alguna, justo así se perciben
las respuestas sin sentido, es así como aquella melodía de liras y tambores se resguarda en las memorias
humanas, aquí donde los cantos efímeros dejan las nubes como algodones de
azúcar que deambulan en el mar, aquí donde las miradas brillan, donde los ojos
se absorben unos a otros, donde el llanto no tiene explicación válida, donde la
lluvia tiene toda la razón para traspasar las barreras del entendimiento, donde
el fuego hace figuras con su llamarada, donde el humo deja las huellas del
tiempo y del sentido, donde el viento baila alrededor de las velas, donde los
secretos se revelan enmudecidos y determinados, será aquí donde terminarán las
historias, más no será aquí donde se acaben los tiempos…
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