La estrategia...

La noche se transformó en tinieblas que cubriendo a la soledad sin testigo se aferró a la esperanza del sol en la madrugada, a su vez, la madrugada estaba esperanzada en que los destellos del sol pronto tocarían el alba y esa ciega obscuridad sucumbiría y perdería fuerza al amanecer.  Sin embargo, no contó con que el sol habíase embriagado con la noche  quedándose profundamente dormido.  Su sueño relajado no permitía que amaneciera; fue así como ese atraso intrigó al amanecer que sin demora intentó despertar al sol, el sol apenas y podía lanzar destellos pues su desvelo había sido una estrategia de la noche para guardar su calor para ella sola.  La madrugada desconcertada sacó al sol de las garras de la noche y cargándolo con mucho esfuerzo lo llevó hacia las montañas, en la llanura cerca de las fincas donde el primero en darse cuenta del toque del sol es el cantar del gallo, el sol aún dormitaba, pero el canto del gallo que lo percibió desde lejos lo hizo despertar por completo, la noche recelosa volvió a su guarida y el sol bostezando iluminó los cielos donde la madrugada pudo levantarse de su letargo, dispersar las nubes e iniciar la mañana