Otra fantasía más…


Imaginé tu cuerpo sobre la almohada, descansado, relajado, deseé besarlo, acariciarlo y lentamente me acerqué imaginándote distraído, llegué a tu espalda y la besé, la acaricié y mi lengua no dudó por un momento en deslizarse por la columna, por el cuello y por la nuca, lentamente acaricié tus glúteos y quise bajar a explorarlos, quise morderlos con suavidad y me volví loca al hacerlo, porque descubrí mucho más de ellos que otras veces, descubrí la perversidad de mi deseo y del poder con el que lo hice, de la fuerza de la intención y del deseo aún no cumplido que arde en mis adentros que pienso y espero.

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