Vive y deja vivir...

Aprendí a amar y aprendí a creer, aprendí a luchar y vencer, más también aprendí a luchar y perder, aprendí que el mundo no se acaba por decir adiós y también aprendí que un adiós no significa que sea para siempre, aprendí que una despedida puede causarte dolor y también aprendí que las despedidas a veces son a razón, aprendí que una sonrisa puede significar muchas cosas y también aprendí que puedes dejar de ver una sonrisa más no olvidarla jamás, puedes respirar y puedes tratar de dejar de respirar, puedes sufrir y puedes optar por no sufrir, puedes tener que olvidar, más no querer olvidar, puedes confiar, más también puedes dejar de confiar, puedes llorar y sonreír, más puedes sonreír y después llorar, puedes querer actuar y no poder hacerlo y puedes actuar y lamentar no haberlo hecho antes; puedes ser tu mismo y ser rechazado y alejado, más puedes ser una ilusión y vivir en las nubes...

En una vida incierta puedes ser todo, creer todo y pensar todo, puedes vivir una vida llena de ilusión, fantasía y falsedad, saltar de un precipicio sin recibir ni un sólo rasguño, puedes saltar tan lejos como quieras, puedes vestir y andar al paso que desees, puedes cantar y ser el soprano predilecto, puedes vivir las pasiones que desees y no preocuparte por las enfermedades o por la muerte, puedes ser toda una fantasía y vivir en la fantasía, escoger la realidad, que por dura que parezca al final del día, siempre te enseña algo, siempre es una experiencia nueva, una vivencia nueva, un día completamente diferente al anterior, es la vida, tal y como se presenta, es el día a día el que te lleva a aprender aprendiendo, a vivir viviendo y a vibrar de emoción con una sola canción. Es eso especial que sólo se puede obtener dejando que las cosas tomen su propio rumbo, que la vida siga su curso, que el mundo gire a su propia velocidad…