EL TATUAJE DE LA VIDA...

La vida está llena de impresiones a color y en blanco y negro, desde la vista de las montañas, desde un mirador algodonado, todo cuando vivimos son impresiones que quedan grabadas en nuestra mente, en nuestros ojos, en nuestro cuerpo; desde las caídas más altas, hasta las carcajadas más agotadoras que nos hacen llorar, desde los momentos más vergonzosos, hasta los momentos en que se pierden los estribos para dar paso a la cólera y la desesperación que nos hace decir cosas que no queremos decir, todo queda impreso en la vida, hasta los momentos de la infancia regresan a nosotros en muchos momentos de nuestras vidas, caminando por el campo, repentinamente te asalta un aroma que te hace recordar cuando probaste la famosa naranjita, o aquel aroma que no puedes explicar y que te hace revivir los momentos cuando tuviste miedo porque tu padre iba a golpearte, es increíble cómo puedes vivir el momento, puedes saber que se aproxima y lo que pasará; así mismo, estás sentado leyendo y sientes ese aroma que te recuerda un suceso doloroso del pasado, una melodía que te hizo volver al momento, revivir la muerte y la frustración; en definitiva, la impresión de las experiencias vividas impregnan su olor, su emoción, su propia personalidad, simplemente porque se marcan con un sello indeleble, con una marca de nacimiento, son lo que cargamos en nuestro interior y con lo que moriremos al final de la carrera...