El arte, el artista y sus componentes...
Los colores ilustraban la alegría y las aventuras al unísono, desplegaban ilustraciones confusas y paralelo a ellas las letras desfilaban explicándose y enredándose unas con otras como siempre lo han hecho, con sus detalles y sus estilos, con sus oscuras pretensiones, con sus destilantes y magníficas destrezas; así mismo, los colores se mezclaban y formaban unos con otros intensas creaciones y múltiples sonidos imaginarios, se desplazaban unos con otros tras la adversidad del tiempo, tras la contemplación de las emociones y despilfarrando sus tonalidades en lo abstracto y en la claridad de la naturaleza viviente. Siempre al lado de ellos el pensamiento, que con sus ideas esquizofrénicas se encargaba de mover a su antojo los colores, las letras, las emociones y los sonidos, juntos con sus ideales absurdos, pero al mismo tiempo inigualables. Indiscutiblemente, esto no es locura sin emoción, no es color sin pincel, no es letra sin pluma, sólo se nos escapa y lo dejamos ir como todo... porque así debe ser y porque cada uno de nosotros es un mundo diferente, un mundo único e irrepetible, un mundo de fantasía y vida propia; es como siempre será... todo al desnudo en su caja de presentación.
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