Si tan sólo...
Si pudiera besar a diario, cada uno de esos besos serían estudiados,
serían motivaciones para el siguiente; rozaría con mis labios los suyos,
saborearía cada no de ellos para sentir su textura, para sentir sus pliegues,
para sentir como cambian su grosor, me llenaría del elixir emanado por su boca,
me extasiaría de poder sentir su sabor, su olor, de poder pasar la punta de mi
lengua sobre aquellos labios rosa, esperando con ansias el siguiente; mi lengua
exploraría la suya, su movimiento, su calidez, su frescura, su humedad; reiría
sin represiones, tocaría con la yema de los dedos sus labios y los observaría
cuidadosamente, reiría entonces malvada ante su sonrisa perversa y dejaría que
las miradas prohibidas tomaran forma, que tomaran un enfoque impetuoso y desinhibido. Rodearía con mis brazos su cuello y besaría
el pabellón de sus oídos aprisionándolo con mis labios, susurraría entonces
frases sordas y acariciaría suavemente sus mejillas, su cabello, sus hombros…
mis mejillas sonrosadas no podrían evitar encenderse ante la llama de mis ojos
y los besos continuarían alrededor de su cuello hacia la barbilla, hacia marco
de su rostro que suspirando dejaría ver los impulsos de un ser humano. Cada beso sería una nueva historia, y una
nueva historia, quedaría encerrada en un beso.
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