COLECCIÓN DE RECUERDOS...

Si en tu colección de recuerdos del mar te alcanzara para traer pequeñas conchas, justamente esas conchas donde pudieras guardar el sonido de las olas, donde se pudiera atesorar el olor a la playa y donde se pudieran guardar cada granito de arena que hace posible los momentos vividos, los momentos de calor, los momentos de frescura, el atardecer y por supuesto el amanecer, te diría que trajeras tantas como pudieras para poder abrir un museo que nunca cerrara, donde  se pudieran  apreciar cada una de las vivencias, cada una de las características y curiosidades que guardan en ellas, para que su blancura y fragilidad mostrara la creación maravillosa de objetos coleccionables que guardan mucho más que una palabra, que guardan momentos, que guardan brisa, que guardan al mar que atrae a las olas; la fotografía entonces, no se quedaría atrás, porque captaría el momento de la exposición de los sabores y  olores del mar a través de las conchas que una vez acompañaron y fueron partícipes de la aventura.