Imaginación...
Ella se sentó cómoda en su espacio con su pluma en mano, se abrió paso
para detallar momentos extraños, momentos a temperaturas extremas, se sentó ella
sola a describir paso a paso las caricias, los labios entrelazados, las manos
agitadas e inquietas, las risas calladas y el clamor de los ojos a través del
tiempo, se intensificó en detalles y los inventó con esa habilidad que la
caracteriza, en medio de esas descripciones, se agitaba sin poder evitarlo, su
relato era muy intenso y a medida que sus letras fluían con rapidez, tuvo que
detenerse en varias ocasiones para respirar, para tomar un vaso de agua o para
humedecer sus mejillas que la hacían sentir acalorada, traviesa ella en sus
pensamientos, se movía el cabello, se daba aire porque sus latidos no la
dejaban pensar, había frío, sin embargo en sus descripciones, el calor emanaba
y le daba forma a los relatos que describían tórridas apariciones y situaciones
desinhibidas para recordar, su respiración la detuvo por un momento y decidió
guardar su pluma, cerrar su libro, guardarlo y con una sonrisa de picardía se
puso de pie y salió caminando del salón.
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