Playas deslumbrantes...

Así como cae la tarde, así como las olas embriagantes del mar destilan el calor que emana la playa, así como la luna esperaba aparecer ante las sombras, así es como Monterrico se tiñe de azules grises, de azules acalorados, de azules ardientes que preparan el momento para el sonido del corazón, para el sonido de la música y las danzas extasiadas de pasión, extasiadas de vibraciones intensas, extasiadas de sonrisas y de movimientos que desvarían ante la presencia del ambiente, ante la presencia del paisaje caluroso, ante la presencia de las aguas saladas, de los sabores dulces de la música que en monterrico se bañará en susurros, se bañará en música, se bañará en amanecer acompañado con la luna vigilante y estremecedora del final del día.