Sentimiento...
Quizás había tardado hora u hora y media en ducharse, vestirse y
maquillarse para la ocasión, cuando apareció en el umbral de aquella puerta y
todo se transformó en una película de suspenso, los ojos desorbitados y
confundidos se observaron, se estudiaron y se intrigaron; el cosquilleo en el
estómago no se hizo esperar hasta que se acercaron lentamente y un saludo
ceremonioso rompió el hielo… las sonrisas se buscaron por doquier, los ojos
iluminados resplandecieron armoniosos, ensimismados en una tonalidad coherente
y gentil, las palabras salieron de sus bocas, sus rostros y gestos compartieron
una conversación, las mejillas rojas y las risas nerviosas produjeron un contagioso
sentido de compatibilidad, surgió entonces el sentimiento.
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