Las travesuras...

Caminaba lentamente, el aire movía su cabello, el aire se confabulaba con el movimiento del vestido y lo balanceaba a su antojo, ocasionalmente, un ventarrón levantaba más de lo debido el vestido, a lo que ella apresurada y sorprendida lo sujetaba para que éste no se levantara demasiado, los tres miembros de la naturaleza se reían y así seguían el juego natural de las cosas… ciertamente los deseos anhelantes crecían por las nubes, que observaban calladas los acontecimientos hasta que presas de la envidia, pensaron en hacer de las suyas también y provocar un cambio en el clima, convencieron al ventarrón y al sol para que evaporaran y descargaran su instintivo toque sobre las nubes, las calles se obscurecieron, el aire no tuvo más remedio que irritarse y los rayos y truenos provocaron el estallido de la lluvia, la joven corría apresurada, pero las gotas de lluvia la alcanzaron y la lluvia se vino sobre ella, el vestido empapado no le dejó más remedio que seguir su rumbo caminando sin prisas igual que como venía por las calles en un principio, pero resignada a no poder evitar que sus ropas la invadieran… había calor así que luego de unos minutos de lluvia el calor se sentía evaporado, las calles se habían refrescado y la sonrisa de ella resplandecía en el ambiente, su vestido pegado al cuerpo dejó las fantasías de la naturaleza tranquilas y por fin sosegadas.