Uff...

En esta noche incierta, llena de una silente proposición imaginaria, la madrugada se confabula con el éxtasis, porque enjuagaría mis deseos en tu cuerpo de una forma febril e inaudita... descargaría la ferocidad de mis monstruos, dejaría el amanecer fluir y consumirse hasta desahogar todos los deseos enlazados a la sed que furtiva se roba mi ansiedad… Mis labios húmedos se extasiarían robando los besos y convirtiéndolos en alimento hasta saciarse, pasearía a la fiera interna por los lugares más intrigantes y los destinos más apasionados de la noche, rugiría como una leona llena de fogosos deseos exclamando ante el poder de la virilidad, tendría fuerzas para llevar al límite la lista de exigencias que pudieran estar acorraladas en el fuego de la incertidumbre.  Seguramente la sed tendría que desperezarse con una bebida embriagante que redoblara las fuerzas para que crecieran las manifestaciones del deseo, para que se levantaran las fuerzas oscuras, para que la noche y la madrugada no fueran un obstáculo de nuestros demonios.