Despertando...
En la madrugada de este día, los nahuales se asomaron a la ventana,
susurros opacos se escucharon en el techo, la madera crujía mostrando cada
minuto de las horas que desnudaban de prisa la mañana, se agotaban las sombras
de la oscuridad y desfilaban por los matorrales el rocío y agudo sonido del
primer grito del gallo anunciando la mañana, anunciando los destellos del sol
que asomaba en el horizonte, su voz se apagó con el sonido emocionado del
clarinete, que agitando sus obscuras alas salía a recibir los primeros rayos
del sol, el aire se adentró en mi cuerpo, con los pies desnudos salí a correr
por la hierba fresca y alentadora, respirando profundamente levanté los brazos,
abrí los ojos y sonreí.
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