Tormentos
De las aves más puras, de las montañas más elevadas,
de las planicies más verdes y tupidas que el tiempo permite crecer. En el paisaje de los cabellos que circundan
por el rostro con la luz de tus ojos como luciérnagas encantadas. Allí se encuentran los tormentos que no dejan
dormir, al dios de los truenos.
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