Perverso
Ah monstruo perverso, en lugar de haberte hundido en
el abismo del letargo, te descubro danzando en círculos como incitándome a
seguirte al son de la penumbra, al compás de los tambores llanos, al ritmo de
la comisura del brillo de tus ojos como laberintos extasiados de sonrisas.
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