Picado...
El
mar deshoja sus olas mientras recrea la fantasía extasiante de su fuerza. Así
también el surgir de los susurros armoniosos rebosados de misterio, claman por
una sonrisa fulgurante tan perversa como la misma obscuridad. Repleta de desasosiego,
con un aullido profundo tras la luna llena de en pleno apogeo, despertando tras
la fecha programada, con la temporalidad de los vientos al unísono con el
choque de copas y el sonido agudo de un
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