Paraíso

En el paraíso de la obscuridad, donde el encantador de la noche se refugia en el brillo de sus ojos,  donde las miradas furtivas se pierden en el silencio y la sed extraviada en las paredes.  Donde la luna se confabula con las estrellas y sigilosas se pierden en el firmamento, es allí donde las fantasías una vez tomaron su propio vuelo, es en ese lugar donde los secretos se escabullen de los labios para tomar nuevas apariencias para romper las cadenas del tedio.

No volemos tan aprisa que se nos acabe el aire para respirar, no tratemos de mover la tierra cuando apenas podemos soplar el polvo, no vivamos de luces de colores cuando existe toda una gama de destellos indescifrables sin descubrir, no planeemos el destino cuando las notas de los paisajes diversos nos han enseñado que tienen un ramillete de aventuras en el sinfín de los tiempos, no encadenemos al tiempo para mantener el recuerdo, mas bien recordemos que el tiempo va paso a paso tras la adversidad de una sonrisa… No digamos no… no repitamos nunca, solo el quizás efímero nos puede enseñar muchas verdades y embelesarnos con muchas realidades de la vida.  No dejemos de vivir porque si perdemos ese bálsamo que nos reconforta no seríamos seres humanos, dejaríamos de ser una especie grácil y con vida que se destaca por pensar sin mesura.  Dejemos el ver volver y mantengamos el vivir y dejar vivir.